Empresas offshore.
Una sociedad
offshore es una empresa cuya característica principal es que están registradas
en un país en el que no realizan ninguna actividad económica. Los países en los
que están radicadas suelen ser paraísos fiscales, para beneficiarse de las
ventajas fiscales que éstos ofrecen. Las personas extranjeras que controlan la
sociedad utilizan el paraíso fiscal como domicilio legal. A grandes rasgos,
tres son las grandes ventajas que aporta: protección de activos,
confidencialidad y privacidad, y ventajas fiscales.
Respecto a estas
últimas, los tributos que pueden evitarse con una sociedad offshore se
encuentran el impuesto de sucesiones, el del patrimonio, los impuestos al
consumo o el de la renta. Mientras que los costes se reducen a una cuota de
registro, que los sitios especializados cifran entre 200 y 600 dólares al año.
Además de un coste de constitución que tampoco suele exceder de los 1.000
dólares.
La característica principal de una
sociedad offshore es que no puede realizar negocios en el territorio donde esté
constituida la empresa ya que pasaría a ser una sociedad onshore, es decir, el
paraíso fiscal le haría tributar como cualquier sociedad registrada en el país
y los tipos impositivos serían muy similares a los de una empresa constituida
en un país de altos impuestos».
Desde este tipo de plataformas se puede
constituir una sociedad offshore con mucha rapidez. Por ejemplo, podemos optar
por Belize, un país del Caribe Centroamericano que se ubica entre México y
Guatemala. Así se resumen las ventajas que acarrea: "No pagará ningún tipo de
impuesto al gobierno de Belice incluyendo el Sello de aduana, el único pago
será una tasa anual mantenimiento de la compañía que será de 595 euros, fácil y
rápida constitución de la sociedad, en 24 horas podríamos tener su corporación.
No hay que registrar cuentas, las cuentas no son auditadas, no hay registro
público del accionista".
Para actuar dentro de la ley, una empresa
offshore debe cumplir ciertas condiciones: en primer lugar, los directores de
la sociedad no deben tener su domicilio en el país de la sede social. La
empresa no podrá ejercer actividades comerciales en este país y no utilizar la
mano de obra local. Por contra, sí se permite tener un representante de la
compañía en el sitio. La sociedad no podrá utilizar la economía de los países
de acogida, en particular, en materia de inversión, subsidios y transferencias
bancarias.
Comentario de análisis:
Podríamos decir
que estas empresas son una gran herramienta para quienes la usan de manera
transparente y con fines de conseguir un mejor trato fiscal que el que recibirían en su país debido a la inestabilidad política y económica del mismo.
Sin embargo muchas personas aprovechan estas oportunidades y las ven como
paraísos fiscales en donde evadir impuestos sin quebrantar la ley.
Referencia:
https://www.inspiraction.org/justicia-economica/empresas-offshore
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